La salida del primer día fue desde Toledo a Zafra. La primera parada sería tras cruzar la provincia de Cáceres tirando hacia la carretera que lleva a Guadalupe. Es en un paraje llamado los Marmoles, donde un día se erigió una de las ciudades más importantes de la Hispania romana, Augustobriga. Ahí, entre la carretera y el embalse de Valdecañas se encuentran los restos de un templo romano de esa ciudad. Era la ciudad romana que estaba entre Mérida Augusta y Toletum. Posteriormente se convertiría en Talavera la Vieja y a mediados del siglo XX sería sumergida por las aguas del pantano. Tiene indicadores de como fue el templo y de que fue de aquella ciudad. A partir del templo romano se arreglaría el templo romano de Diana en Mérida.

Tras comer pongo rumbo a la autovía A5 de Mérida, con destino Quintana de la Serena. Este municipio fue una aldea en la época islámica y no tendría nada de importancia hasta el siglo XV cuando forma parte de la orden de Alcantara. Del patrimonio destaca la plaza Mayor con la iglesia de Nuestra Señora de los Milagros, del siglo XV.



De ahí partiré a Cancho Roano, zona de excavaciones de un templo muy anterior a los romanos, con origen de la época tartesa, siendo los restos encontrados en el fondo del siglo VII ac. Esta civilización fue los antiguos pobladores de la península, el cual dispone de un centro de interpretación. Este templo tiene una importancia muy grande debido a que es una de las construcciones más antiguas bien conservadas de la península. Actualmente la mayoría de excavaciones de esta época están en la provincia de Badajoz, y en la de Huelva, ya que este pueblo y cultura nacía en la ciudad de Cádiz y se extendía hacia al norte, comprendiendo el sur de Portugal, Badajoz, Huelva y algunas áreas de Sevilla.



Es el conjunto tartésico-turdetano mejor conservado de la península ibérica, datando la construcción original de al menos el siglo VI a. C., aunque el edificio fue ampliado y modificado en siglos posteriores. Supone un yacimiento sin duda excepcional y único, tanto por su forma, su tamaño y su estado de conservación, como por los objetos encontrados, que permiten fechar su creación en torno al 550 a. C., mientras que su destrucción no sería posterior al 370 a. C., causada por un incendio, bien accidental o bien intencional, dentro de algún tipo de rito religioso.



Esta zona este de Badajoz, esta ordenada en una comarca llamada La Serena, que fue creada por la orden de Alcántara tras la conquista a los musulmanes en el siglo XIII. Todo este territorio sería controlado por la casa Real a partir del reinado de Felipe V.


Otro de los pueblos "de la Serena" Zalamea de la Serena. Esta localidad fue fundada en el año 300 antes de Cristo. En ella se han encontrado muchos restos romanos y en la plaza junto a la iglesia queda una de las columnas de una edificación romana llamada Distylo. Este tipo de edificación era de tipo funerario y normalmente tenía un friso en su parte superior con una inscripción. Esta muy bien conservado porque en la época medieval se utilizaría para soportar la torre de la iglesia.

Esta iglesia es la de Nuestra Señora de los Milagros, patrona en la mayoría de los pueblos de la comarca de La Serena. Es del siglo XIII, una de las construcciones más antiguas tras la reconquista pero ha sido remodelada varias veces, en el siglo XV y en el XVII.



Otro de los edificios religiosos importantes de la localidad es la Real Capilla del Santísimo Cristo de la Quinta Angustia, edificio del siglo XVII, que destaca por los azulejos del interior con muchas escenas del Nuevo y el Antiguo Testamento, escenas del génesis y del arca de Noe. También destaca el castillo que es de la época musulmana del cual se conservan cuatro de las torres. Esta entre una serie de casas ya que se aprovecharía su muralla para su edificación. Las calles de Zalemea guardan una homogeneidad y tiene el adn de estos pueblos de la Serena.

El pueblo es recordado por una de las novelas más populares del siglo de Oro español, el siglo XVII. Esta novela es "El alcalde de Zalamea" basada en hechos reales del propio pueblo, en el que un capitán de vuelta a su ciudad se aloja en Zalamea en la casa de un terrateniente. Este viola a su hija y será mandado ajusticiar por el terrateniente que era el alcalde del pueblo.




Por último visitaría Azuaga. Un pueblo fundado en tiempo de los árabes, cuyo nombre recuerda al origen de los musulmanes que se asentaron en estas tierras. De esa época lo que queda es el alcázar. Tras la reconquista iría creciendo en población que la harían una de la más numerosas de Extremadura. A principios del siglo XX sería tal su actividad industrial de tipo artesanal y textil que llegaría a ser de casi 20.000 habitantes.

La calle principal es la calle Llana seguida de la calle Estalajes, donde se encuentran todos los edificios principales de la ciudad. Palacios, casonas de época, iglesias y edificios de servicios. Esta calle cruza todo el municipio de una punta a otra.



La edificación más importante es la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, del siglo XVI. La iglesia destaca por sus dimensiones, más propios de una catedral que de una iglesia, por lo que a veces es conocida como "la catedral del sur". Destaca sobre todo la fachada de la iglesia de estilo gótico isabelino con multitud de detalles esculpidos. Además tiene un muy bonito retablo de estilo renacentista.



La otra iglesia es la del Cristo del Humilladero, de gran tamaño y más moderna que la anterior, del siglo XVIII. Es de estilo barroco principalmente y recuerda más a las iglesias de Huelva que a las de Extremadura.



Ya bastante tarde llegaría a Zafra donde pasaría la noche.

Día 2, de Zafra a Palos de la Frontera (CLICK para continuar)

16 de octubre de 2021