El Brianda de Mendoza es uno de los centros referentes de la capital alcarreña, con más de 1500 alumnos. Estos alumnos a parte de la educación secundaria y bachillerato provienen de diversos módulos. Módulos de familias tan variadas como Logística, Administración de empresas, Comercio y Informática y Comunicaciones.
Historia
El Instituto de Guadalajara fue creado por Real Orden de 27 de septiembre de 1837, inaugurándose formalmente el 30 de septiembre del mismo año, con catorce alumnos matriculados. Es, por tanto, uno de los más antiguos entre los antiguos, aún cuando la falta de alumnos hizo que, como otros de su edad, fuese suprimido durante algunos años. Concretamente entre 1850 y 1855, en que se reabrió provisionalmente hasta su consolidación definitiva en 1857. Al coincidir su apertura con el cierre del antiguo “Colegio-Universidad” de Sigüenza, se decidió que las rentas de éste pasaran al Instituto, junto con bienes muebles tales como libros o pinturas y objetos litúrgicos.
La primera ubicación del Instituto fue el antiguo Convento de San Juan de Dios, hoy desaparecido, donde también se estableció en 1842 la Escuela Normal, con la que convivió hasta que, en 1857, una vez consolidado, fue trasladado al Convento de la Piedad, fundado en el siglo XVI por Dª Brianda de Mendoza y Luna. Compartió este edificio con la Biblioteca Provincial, el Museo de Pinturas, la Diputación, e incluso la Cárcel, hasta que en torno al cambio de siglo se construyeron edificios propios para la Diputación que llevó consigo el Museo de Pinturas- y la Cárcel, trasladándose de nuevo el Instituto y la Biblioteca a San Juan de Dios mientras duraron las obras de remodelación y ampliación del edificio del convento de La Piedad. Este edificio es el que aparece a la en la parte superior, lugar de residencia de uno de los hijos de los duques del Infantado en el siglo XVI.
En los primeros años del siglo XX se segregaron la Biblioteca y la Escuela Normal, de modo que ya durante la República la totalidad del Convento estaba ocupada por el Instituto, que celebró su primer centenario en plena guerra civil, con una parte del edificio ocupada por una sección de Guardias de Asalto e instalaciones de defensa civil.
Poco después de la guerra, el Instituto recibió el nombre de “Brianda de Mendoza”, en homenaje a la fundadora del Convento. A mediados de los años sesenta el aumento de la matrícula y el deterioro del edificio, provocaron su traslado en 1972 a uno de nueva construcción situado en una zona de la ciudad, el Polígono “El Balconcillo” entonces en expansión, cuyo crecimiento está hoy estancado, dónde aún continúa. Este es el que aparece en la fotografía, siendo el antiguo edificio en algunos años recuperado para ser instituto bajo el nombre de IES Caracense, instituto donde estudie yo.
En la actualidad el centro imparte enseñanzas de ESO y Bachillerato diurno, Bachilleratos nocturno y a distancia, y Ciclos Formativos de los grados medio y superior de las familias profesionales de Informática, Comercio y Administración, tanto en turno de mañana como de tarde y a distancia.
Fuente: IES BRIANDA DE MENDOZA.
He estado dos buenos años en este instituto y seguramente volveré a estar en el mismo. Esta muy bien gestionado por un equipo directivo con experiencia y alta capacidad. Si bien me ha tocado estar toda la etapa del coronavirus desde que irrumpió y cambió todo hasta el momento en el que nos toco vacunarnos, me llevo bastante buen recuerdo.
Quedán atras aquellos tiempos en los que el Brianda tenía fama de instituto conflictivo y de poco nivel de hace unos 20-25 años que por ese motivo yo estudie en el afamado Liceo Caracense, insituto que recoge a los mejores estudiantes de la capital, y que suele recabar unas notas excelentes en las pruebas de Selectividad o Ebau. Yo mismo tuve un notable bajo y fue de las peores notas de mi clase. Además el equipamiento del instituto es correcto con PCs en todas las clases. Viendolo ahora con respecto al instituto donde estoy ahora que es bastante bueno también tiene mejor equipamiento, si bien el edificio es muy grande y le hacía falta alguna reforma como la que se realizó el año de mi paso por el con cambio de ventanas en casi todo el edificio, para mejorar el aislamiento y la eficiencia energética.
Además habiendome tocado la tarde, con su tranquilidad y con unos compañeros como yo bastante nuevos en el mundo de la educación. Los alumnos por su parte también han sido demasiado buenos para los tiempos que corren. Sin apenas ninguna incidencia por mal comportamiento y con una dedicación e implicación bastante alta. Mis módulos acerca de la seguridad informática, una de mis temáticas favoritas así como el diseño de páginas web, que aprendí hará 5 años y que además de para tener el presente sitio web me ha valido para no necesitar ningún material para poder impartir una clase de calidad.
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